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lunes, 23 de junio de 2014

Egipto, Dictadura y represión: Condenadas a muerte 183 personas y tres periodistas a siete años de prisión

Siete años de cárcel para tres periodistas de Al Jazeera. Reuters.
Un juez en el El Cairo, Egipto, sentenció a siete años en prisión a los tres periodistas de la cadena Al Jazeera acusados de ayudar a los Hermanos Musulmanes, que Egipto declaró organización terrorista.
El australiano Peter Greste, corresponsal de Al Jazeera basado en Kenia y excorresponsal de la BBC, el canadiense egipcio Mohamed Fahmy, jefe de la oficina en inglés de Al Jazeera en Egipto, y el productor egipcio Bajer Mohamed, fueron trasladados esposados hasta el tribunal para escuchar el veredicto.
Este último recibió tres años adicionales en un cargo separado sobre posesión de armas.
Otros 11 acusados fueron sentenciados en ausencia a 10 años en prisión.

Los tres periodistas fueron detenidos a fines de diciembre y acusados de "ayudar a una organización terrorista al publicar mentiras que dañaron el interés nacional" y abastecer con dinero, equipo e información a 16 egipcios.
El caso, que provocó amplia indignación internacional, ha despertado dudas sobre el respeto del nuevo gobierno egipcio a la libertad de expresión de los medios de comunicación.
Anteriormente, el primer ministro australiano Tony Abbot, hizo una apelación directa al presidente egipcio Abdul Fattah al Sisi para la liberación de Greste.
Los tres periodistas forman parte de un grupo de 20 acusados en un juicio que muchos critican de "sumantente politizado".
Los tres reporteros de Al Jazeera, en inglés, fueron arrestados a finales de diciembre del año pasado, tan solo horas después de entrevistarse en su hotel con un representante de los Hermanos Musulmanes. Pocos días antes, la cofradía islamista había sido declarada "organización terrorista" por el Gobierno egipcio, por lo que los reporteros fueron acusados de pertenencia o colaboración con banda armada. Las familias de los condenados están convencidas que son víctimas de la guerra entre Al Jazeera y las autoridades egipcias que se desató tras el golpe de Estado.
Desde que el ejército egipcio destituyó al presidente Mohamed Mursi en julio de 2013, las nuevas autoridades se han mostrado cada vez más indignadas con la información que presenta Al Jazeera, una cadena de Qatar, sobre la represión a los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes del depuesto presidente, por el golpe de Estado encabezado por al Sisi, Mursi.
Las autoridades egipcias, que consideran a Al Jazeera "la voz de Qatar", acusan a Doha de apoyar a los Hermanos Musulmanes, el movimiento islamista que gobernó Egipto hasta el golpe de Estado del verano pasado.
Por otra parte, el sábado el juez Said Yusuf, del tribunal de la provincia egipcia de Minia, decidió  mantener la condena de muerte provisional que él mismo había dictado contra 183 simpatizantes de los Hermanos Musulmanes, incluido el guía supremo de la cofradía islamista, Mohamed Badie.
En cambio, el magistrado declaró inocentes a otras 496 personas, y conmutó la pena capital a otras cuatro por cadena perpetua.
Yusuf, apodado "el carnicero" por sus severas sentencias, había condenado a 683 personas a la pena de muerte el pasado mes de abril por el asalto de la comisaria de la localidad de Al Idwa, en la que murió un oficial de policía, decisión que se ha revisado este sábado.
El magistrado dictó el veredicto después de recibir la opinión del muftí de la República, una de las máximas autoridades religiosas del país árabe. De acuerdo con la ley egipcia, antes de emitir una condena a muerte, los jueces deben solicitar la opinión del muftí, si bien ésta no es vinculante.
La del sábado fue la tercera vista del juicio, y como las anteriores, tan sólo duró unos 15 minutos.
Desde su inicio, este macrojuicio ha sido duramente criticado por las organizaciones de derechos humanos tanto nacionales como internacionales al considerar que no respetaba las garantías judiciales mínimas.
"Esta sentencia debería ser anulada en el tribunal de casación, ya que se han violado las normas elementales de un proceso justo", señalaba a las puertas del tribunal Hussein Sultán, abogado de tres de los acusados que fueron declarados inocentes. Para añadir a continuación, "La mayoría de los condenados no ha asistido a la sesión, ni tampoco lo hicieron en las anteriores. Además, a varios de los abogados de los acusados se les prohibió la entrada al tribunal, y el resto no pudimos presentar ante el juez nuestros argumentos".
Buena parte de los acusados han sido juzgados en rebeldía, ya que se encuentran huidos de la justicia. Sin embargo, aquellos bajo custodia policial no fueron trasladados a la vista. Entre ellos, figura el líder espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie.
Mohamed Badie, líder de los Hermanos Musulmanes.
Mohamed Badie, líder de los Hermanos Musulmanes. AFP.
Ésta es la primera sentencia firme a la pena de muerte contra Badie, que esta misma semana recibió otra condena a la pena capital por incitación a la violencia, un cargo parecido al del proceso de Minia, pues no se encontraba en la ciudad de Al Idwa el día en que una turba asaltó la comisaria de policía de esa localidad.
Los hechos, por los que han sido condenadas a muerte 183 personas, tuvieron lugar a mediados de agosto del año pasado, unas horas después de que las fuerzas de seguridad desalojaran brutalmente un campamento de protesta que habían erigido en El Cairo los seguidores de Mohamed Mursi, el presidente islamista que había sido depuesto en un golpe de Estado el mes anterior.
En Minia, uno de los principales feudos de la Hermandad, como respuesta al desalojo se incendiaron diversas comisarías e iglesias. El mismo magistrado, Said Yusuf, ya dictó otra sentencia relativa a estos ataques en abril, por la que condenó a la pena de muerte a 37 personas tras conmutar la pena a otras 492 que había enviado al corredor de la muerte en su fallo provisional.
Una vez llegaron las noticias del veredicto, las familias de los absueltos, congregadas frente al tribunal, estallaron en gritos de júbilo.
"Dios es grande. ¡Muchas gracias presidente Sisi!", exclamaba Mona Abdel, mientras blandía la fotografía de su hijo, uno de los acusado absueltos, Sultán de 15 años. Cerca de ella, Radia, madre del otro adolescente que figuraba entre los acusados ululaba con los ojos llenos de lágrimas.
En cambio, el futuro de otros de los acusados no estaba claro, como el de Yáser Rifaat, el hermano de Wafi, un cristiano copto que aún no entendía como la policía lo había tomado por un militante islamista, ya que, insistía, es conocido el rechazo unánime de esta comunidad hacia la ideología islamista.
"De los dos cristianos acusados, a uno le han mantenido la condena de muerte, y al otro lo han absuelto. Pero lo siento, de veras que no recuerdo los nombres de cada uno", decía el abogado Sultan, mientras Wafi suplicaba para que alguien le dijera si su hermano Yáser era el "cristiano inocente".
Las historias de los familiares reunidos a las puertas del tribunal eran diferentes, pero todos sugerían que las incriminaciones habían sido totalmente arbitrarias. "Como todo adolescente curioso, mi hijo vio la manifestación y se acercó a mirar. ¿Cómo quieren que sea un asesino? si solo es un niño", se preguntaba Mona Abdel. Walid, un campesino, contaba que su hermano Hamada se encontraba haciendo el servicio militar en otra provincia, a cientos de kilómetros, cuando se produjo el asalto a la comisaría de Adua, y sin embargo está entre los condenados.
Verhandlung Todesstrafe Gericht Ägypten 19.06.2014
Acusados, encerrados en jaulas, asisten a las sesiones del juicio.
También frente a los tribunales, Ashur Mohamed discrepaba de las peticiones de clemencia de la multitud previas al veredicto definitivo. Originario de Al Idwa, su hermano Mamduh fue el policía que murió en agosto mientras defendía el recinto policial. "Fue un ataque de una turba. Participó mucha gente. Así que es normal que sean muchos los condenados a la pena de muerte. Quiero que se haga justicia", decía mientras sostenía un retrato de su hermano, vestido con el uniforme policial.
Amnistía Internacional declaraba tras las sentencias a muerte, "El hecho de que un tribunal penal de El Minya, Alto Egipto, haya decidido hoy confirmar las condenas de muerte de 183 partidarios de Mohamed Morsi, uno de ellos ciego, constituye una alarmante prueba de la actitud cada vez más politizada y arbitraria del poder judicial egipcio hacia la justicia y la pena capital, ha manifestado Amnistía Internacional.
Las condenas estuvieron precedidas, las semana pasada, por siete ejecuciones, las primeras llevadas a cabo en Egipto desde 2011
".
Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha expresado su consternación diciendo, "La sentencia dictada en esta causa es el último ejemplo de la apuesta del poder judicial de Egipto por la represión de la disidencia. Las autoridades deben anular estas condenas y ordenar que todos los acusados sean sometidos a un nuevo juicio que sea justo y en el que no se recurra a la pena de muerte".
En estos mismos días, y ajenos al juicio y al atropello a los derechos humanos que ocurría en la sala, una delegación estadounidense estaba de visita oficial en Egipto. Durante la visita responsables del departamento de Estado, que acompañan al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en su visita oficial al país, emitieron un comunicado en el que se indica que hace diez días se liberó la cantidad de 570 millones de dólares de ayuda militar destinada a esta nación tan importante para los intereses de los Estados Unidos en la zona.

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