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lunes, 31 de marzo de 2014

Francia, Significativa derrota del Partido Socialista en unas elecciones municipales marcadas por el alto nivel de abstención

Fançois Hollande. EFE.
Los socialistas del presidente François Hollande sufrieron una fuerte derrota en la segunda y decisiva vuelta de las elecciones locales.
El primer ministro, Jean Marc Ayrault, reconoció que muchos de los votantes perdieron confianza en el gobierno y prometió que este claro mensaje será escuchado.
Los socialistas mantuvieron el control de París, pero muchas otras ciudades cayeron en manos del centro-derecha.
Los extremistas del Frente Nacional también obtuvieron un importante resultado, pero no ganaron tantas ciudades como esperaban.
El voto era visto como la primera gran prueba a la que se sometía el presidente Hollande, cuya popularidad está en su nivel más bajo desde que llegó al poder.
La segunda vuelta de las elecciones municipales en Francia celebradas ayer domingo ratificaron las peores previsiones para François Hollande y el Partido Socialista. Con una abstención récord, cercana al 37,3%, casi cuatro puntos más que en 2008, y una elevada tasa de votos nulos, los primeros datos dibujaban un monumental voto de castigo para los socialistas, con un 40,57% de los votos, que logran mantener París pero pierden docenas de ciudades –Toulouse, Bastia, Ajaccio, Pau, Tours, Angers, Reims, Quimper, Saint-Ettiene...– a manos del centroderecha. La alianza de la conservadora UMP con los centristas de la UDI y de MoDEM emerge de las urnas como vencedora indiscutible, con un 45,91% de los votos, y permite a una derecha dividida y lastrada por los escándalos recuperarse de las derrotas sufridas en las presidenciales y las legislativas de 2012.
Jean-François Copé, jefe del UMP, dijo que una nueva "ola" azul llegó al país. 
Tras el severo correctivo recibido por el presidente François Hollande en esta segunda vuelta, a pesar de los escándalos en los que se ha visto envuelto la derecha durante las últimas semanas, de las elecciones municipales de Francia, los medios franceses apuntan, como principales responsables de estos resultados, a la alta abstención y al descontento general del electorado de izquierdas.
El Frente Nacional se convierte por primera vez en una pujante fuerza política local al conseguir al menos 11 alcaldías (14 en total ha obtenido la extrema derecha). Este es su mejor resultado en sus 42 años de historia y un indudable éxito personal de Marine Le Pen, ya que el partido no consiguió ninguna alcaldía en 2008. El ascenso de la ultraderecha, que obtiene un 6,84% de los votos, solo ve limitada la resonancia de su crecimiento al no lograr imponerse en Perpiñán, Aviñón –donde gana la candidata del Partido Socialista– y Forbach, tres ciudades que de haber caído en manos de Le Pen se habrían convertido en el símbolo de una nueva era.
Según las últimas proyecciones, la derecha se habría impuesto en ciudades importantes consideradas hasta ahora bastiones de la izquierda tales como Saint-Étienne, Reims, Roubaix, Angers, Toulouse, Quimper, Bastia, Anglet, Pau, Limoges, donde la izquierda se mantenía en el poder desde 1912, o Amiens. Además, los socialistas han sufrido severas derrotas en ciudades como Marsella, segunda ciudad del país en habitantes donde seguirá gobernando Jean-Claude Gaudin, de la UMP.
La única alegría socialista se ha producido en la capital de Francia. En París la candidata socialista, Anne Hidalgo, que además se ha convertido en la primera mujer en asumir la alcaldía de esa ciudad, con el al apoyo de los verdes y comunistas, consiguió finalmente derrotar a su rival de la derecha con un 54,5% de votos.
Anne Hidalgo festeja el triunfo que le convierte en alcaldesa de París. / BENOIT TESSIER (REUTERS).
La socialista Anne Hidalgo, con doble nacionalidad francesa y española, se ha convirtió ayer en la primera alcaldesa de París en la historia al vencer con un 53,34% frente a otra mujer, la conservadora Nathalie Kosciusko-Morizet, que ha quedado a nueve puntos, con un 44,06%. Hidalgo salvaba así de la quema socialista a la capital francesa. "Seré la alcaldesa de todos los parisienses", ha asegurado Hidalgo cuando ha comparecido para proclamar su histórica victoria electoral. Se trata de "la victoria de la izquierda fiel a sus valores", ha destacado. "Soy consciente del desafío que representa el hecho de ser la primera mujer alcaldesa de París", ha añadido.
El FN de Marine Le Pen logró imponerse en al menos 14 ciudades de más de 9,000 habitantes, incluyendo Frejus y Beziers, en el sur, aunque perdió en Aviñón frente a la candidata socialista.
"Acabemos de una vez con esa idea delirante de que somos un peligro para la República" dijo Le Pen tras conocerse los primeros resultados.
Un aspecto destacable de estas elecciones es el triunfo, en Grenoble, de los ecologistas, que se apuntan su mayor victoria, también a costa de sus aliados en el Gobierno del PS.
Las elecciones estuvieron también marcadas por una abstención de cerca del 38 por ciento, un récord absoluto desde 1958.
El primer ministro Jean-Marc Ayrault admitió la derrota socialista, ha sido un "mensaje contundente" de los electores "que tiene que ser escuchado", dijo. Para reconocer después que "el alto nivel de abstención, el 38,5%, es un nuevo récord y está marcado por la desafección de una parte importante de la población que confió en la izquierda en el 2012".
En enero, Hollande abandonó el discurso y la estrategia que le llevaron a ganar las presidenciales y abrazó sin rubor las recetas neoliberales ofreciendo un pacto por el empleo a la patronal y un recorte del gasto público de 50.000 millones en tres años. Ese viraje en su política económica y social le ha pasado cuentas y representado una, importante, recriminación por parte del electorado.
Por otra parte los partidos de izquierda, en Europa, deberían de comenzar a analizar los resultados de estas elecciones, tanto como los avances de los grupos de la ultra derecha, e iniciar un giro en sus políticas gubernamentales y de oposición, según los casos, para intentar frenar la peligrosa evolución positiva que esos grupos están teniendo en el Viejo Continente.
Si François Hollande quiere cambiar estas previsiones, de cara a las presidenciales, mucho tendrá que trabajar en estos meses para devolver la ilusión a esos votantes que le llevaron a la presidencia y este domingo le han infringido un severo correctivo, en aspectos tan importantes como el desempleo y la fórmula para hacer frente a la crisis económica sin renunciar a las políticas sociales.

La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen.
La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen. AP.

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