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miércoles, 8 de enero de 2014

Argentina, Vidas robadas: Priscila Lafuente (7 años) y Luciana Rodríguez (3 años)

La violencia que sufren los niños es excesivamente cotidiano. La violencia contra los niños y niñas no conoce fronteras, no distingue raza, origen social, religión ni cultura. En todos los países del mundo hay niños y niñas maltratados, que temen y sufren la violencia, y en muchos casos asesinados por quienes deberían tener la responsabilidad de cuidarlos.
Dos casos han sobrecogido a la población argentina en las últimas horas, por su crueldad y brutalidad.
priscila-lafuentePriscila Lafuente, de 7 años, y Luciana Rodríguez, de 3, han visto sus vidas truncadas por quienes tenían que educarlos, y luchar por ofrecerles un futuro.
La historia ya era cruda y brutal. Priscila Lafuente había desaparecido de su casa hacía tres días, pero su mamá tardó 38 horas en hacer la denuncia. La Policía primero la buscó en casas de amigos y familiares. Luego empezó con los rastrillajes. Finalmente ayer fue encontrada de la peor manera. Su cuerpo estaba tirado en un arroyo, parcialmente calcinado, y envuelto en una bolsa de plástico.
Ayer por la tarde cuando reconocieron que el cadáver que habían hallado dentro de una bolsa al costado de un arroyo en Berazategui era de Priscila, la niña de 7 años que estaba desaparecida, la noticia conmocionó a todos. Pero ahora el comienzo de las investigaciones le sumó revelaciones macabras al crimen.
De acuerdo a lo publicado por la agencia de noticias Télam, la niña que fue encontrada incinerada falleció como consecuencia de una golpiza de su madre, mientras que su padrastro intentó quemarla en una parrilla y, al no lograrlo, la trasladaron en un cochecito de bebé hasta el arroyo donde fue encontrada.
El comisario general Osvaldo Castelli, contó que la nena desapareció de su casa el sábado pasado, pero que su madre solo denunció la desaparición el pasado lunes en la comisaría de su barrio.
"La mamá aseguró que con su pareja se habían ido a dormir alrededor de la medianoche y al otro día, a las diez, constataron que (la nena) no se encontraba dentro del domicilio", explicó Castelli.


La madre de Priscila mientras es trasladada por la policía. (Juan José Traverso)
En tanto, se hallaron imágenes de una cámara de la zona en la que se ve a la madre, al padrastro y a dos hermanos de la niña llevar un cochecito de bebé que contendría el cadáver hasta el arroyo.
Por el hecho fueron detenidos anoche la madre, Silvia Beatriz Lafuente y el padrastro de la nena, un bombero de la Policía Federal identificado como Pablo Verón Bisconti quien hoy iba a ser indagado por el fiscal Carlos Riera, de Berazategui, a cargo de la causa. Según trascendió, el padrastro se habría quebrado y confesó en la comisaría los detalles macabros de la muerte de Priscila. Estas declaraciones no tienen validez legal por no haberse realizado ante la Justicia. Ahora el fiscal deberá reunir las pruebas que confirmen o no esta declaración y tomarle testimonio a los sospechosos.
Otro de los elementos que incriminan a la madre de Priscila, quien quedó acusada de "homicidio agravado por el vínculo", es el relato de diferentes familiares y vecinos de la cuadra que dijeron a la policía que era habitual ver a la mujer golpear a la niña.
Los padres de Priscila se separaron cuando ella era muy chica. La víctima no había sido anotada en el Registro Nacional de las Personas: era indocumentada.
El otro caso que conmocionó al país sucedió pocas horas después.
Desgarradores testimonios de vecinos y familiares de la menor asesinada
La muerte de Luciana le duele a todo el país. Captura de la web Los Andes.
Esta mañana Mendoza amaneció conmocionada con la terrible noticia de que anoche una niña de tres años murió a golpes en la calle Entre Ríos de la capital de la Provincia.
Desolación, indignación e impotencia es el tenor de las repercusiones sobre la muerte de Luciana Milagros Rodríguez. Familiares de la beba, vecinos del lugar y un cuidacoches que le encontró en estado de desnutrición apuntaron contra los padres de la menor y la falta de accionar por parte de las autoridades, según indica la web del diario El Sol online.
La pequeña Luciana fue llevada por su padrastro Jorge Gabriel Orellano, de 36 años, envuelta en una sábana a una clínica de la ciudad de Mendoza y abandonada en la guardia. Allí fue atendida por una pediatra que intentó reanimarla, pero la nena ya había fallecido. Familiares y vecinos aseguran que había cinco denuncias previas por el abandono y las agresiones a la que era sometida la nena pero que la Justica no actuó.
"Encontramos algunas prendas de vestir con manchas de sangre seca", aseguró la fiscal responsable del caso tras el allanamiento del domicilio familiar.
El padrastro tiene antecedentes con condena cumplida por robo y encubrimiento agravado y según los vecinos, la madre trabaja como prostituta.
En la casa se detuvo al padrastro y la madre de la nena, Rita Evelin Rodríguez Ríos de 24 años.
Romina Sánchez hermana de la madre de la pequeña fue junto a su pareja, Claudia Páez, quienes mantuvieron a su cuidado a la niña a mediados del año pasado, cuando comenzaron los maltratos, según narraron.
"El problema venía desde cuando nació. El 4 de marzo nos entregaron a Luciana porque el padrastro la golpeaba. Nosotros ya habíamos llamado al 102, línea gubernamental habilitada para denunciar trabajo infantil, porque la tenía encerrada y no le daba de comer", explicó Páez.
Sin embargo, las condiciones de vida para Luciana no seguían siendo óptimas en la casa de su tía. La pequeña sufrió una neumonía ya que se encontraba en una vivienda precaria, por lo que intervino el OAL (Órgano Administrativo Local), a través del responsable Rafael Vizcarra.
"La tuvimos 6 meses. Le pedimos ayuda para calefaccionar la casa y que no se volviera a enfermar, pero en julio la vinieron a buscar y se la entregaron a la madre. Dijeron que era porque tenía que estar junto a sus dos hermanitas", declaró la mujer. "Le pedimos una cama y ahora nos llevamos un cajón", dijo.
También detallaron que la víctima fatal había nacido prematura de 5 meses. "La luchó toda la vida, desde que nació", se lamentaron.
José Medina el 31 de diciembre pasado comenzó a trabajar como cuidacoches en esa cuadra de calle Entre Ríos, según relató, observó cómo los padres de Luciana se retiraba de la vivienda cerca de las 13 de ese día y una hora y media después se acercó porque escuchaba un llanto. "Por un agujero que hay en el gabinete de gas la empecé a llamar y se arrimó. Estaba toda flaquita y maltratada", narró.
En ese momento, Luciana le dijo: "¿Me podés ayudar? Tengo mucho hambre". Medina sacó a la menor del domicilio y le dio dos yogures que "se los comió desesperada".
En un intento de desligar responsabilidades en la muerte de Luciana Milagros Rodríguez, el gobierno de la provincia organizó una conferencia de prensa donde todos los funcionarios presentes intentaron mostrar que se había trabajado bien.
Uno de ellos fue Fernando Herrera, director de la Promoción de Derechos, que admitió que la nena había sido retirada del hogar donde vivía con su madre varios meses antes y que fue restituida en julio de 2012. "Alguien tiene que ser responsable porque esto se pudo evitar y nadie hizo nada por salvarla de toda esta porquería y nadie la ayudó", declaró Romina Sánchez, tía de la menor.

1 comentario:

  1. http://urbanovive.blogspot.com.ar/2014/01/desenterrado.html
    link sobre el maltrato infantil.poesia

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