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martes, 10 de septiembre de 2013

Siria, Propuesta rusa puede significar un giro inesperado en el conflicto

Fotografía capturada de la web de El País.
Una propuesta del gobierno ruso al primer ministro sirio Bashar Al Assad puede haber representado un giro imprevisto en el conflicto de Siria, y especialmente en la, siempre amenazadora, intervención extranjera en la guerra que está masacrando a la población del país.
Rusia le pidió al presidente de Siria, Bashar al Assad, que ponga sus armas químicas bajo control internacional para que sean destruidas y así evitar un posible ataque militar liderado por Estados Unidos contra las fuerzas del gobierno sirio.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, declaró que había enviado la propuesta a su homólogo sirio, Walid al Muallem, quien se encontraba ayer lunes en Moscú.
Con esta actitud el gobierno ruso intenta evitar la intervención en Siria, usando la puerta abierta dejada por el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, quien ayer respondió a una pregunta sobre si existía alguna posibilidad de no intervención en Siria por parte de los Estados Unidos. "Seguro que sí, podría entregar todas y cada una de sus armas químicas a la comunidad internacional la semana próxima, entregarlas todas y sin retraso, pero no lo va a hacer y además no se puede hacer", afirmó el secretario de Estado. 
Según informa la BBC, "Algunos informes aseguran que el gobierno sirio acogió la propuesta rusa.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, dijo que apoyaba la propuesta hecha a Siria, pero recalcó que el gobierno sirio tendría que aceptar el decomiso y destrucción de las armas químicas".
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, anunciaba que estudiaba pedir al Consejo de Seguridad que instara a Siria a reunir en un lugar seguro las armas químicas para que puedan ser destruidas de forma segura..
El Departamento de Estado de EE.UU. rápidamente destacó que Kerry estaría haciendo un argumento retórico.
Aunque el gobierno sirio niega, insistentemente, ser los responsable del ataque químico en las afueras de Damasco el mes pasado, que desencadenó una reacción de repulsa a nivel internacional, la intervención de los Estados Unidos, y otros países aliados, parecía cada vez más inminente.
Tras la propuesta rusa, en entrevista con Wolf Blitzer de CNN, Obama dijo que "es un gesto positivo cuando rusos y sirios hablan de entregar armas químicas". Dijo que su gobierno se va a tomar en serio la propuesta pero que no quiere que eso "dilate la presión sobre el régimen sirio".
Desde el lado sirio, que se acoje a la propuesta rusa como la única posibilidad de evitar la previsible intervención internacional, se aprueba la misma y el gobierno sirio está dispuesto, al menos en palabras, a poner sus arsenales de armas químicas bajo control internacional, según dijo el jefe de la diplomacia de Damasco Walid Muallem, ayer en Moscú. El ministro se había entrevistado antes con su colega ruso Serguéi Lavrov, quien, con un hábil gesto, supo transformar las palabras, días atrás, del secretario de Estado norteamericano John Kerry en una iniciativa en toda regla destinada a evitar un ataque militar norteamericano sobre Siria.
El presidente de Estados Unidos Barack Obama señaló, en la entrevista con la CNN, que es preciso darle garantías a la comunidad internacional de que no se usarán, nuevamente, armas químicas.
"Assad no tiene mucha capacidad para responder, no representa una amenaza muy diferente a las que ya enfrentamos", dijo el presidente.
Además dijo que Al Assad debe entender el rechazo sobre el uso de armas químicas y que la amenaza de ataque es real. Y aprovechó la misma para enviarle al presidente sirio un claro mensaje para evitar la intervención estadounidense, "No use armas químicas, controle el arsenal, dé garantías de que no va a ocurrir más".
La propuesta de Rusia que, durante la mañana de ayer lunes, ya había sido manifestada al secretario de Estado John Kerry, ha ganado terreno en las últimas horas.

Protesta contra la guerra frente a la Casa BlancaCuando las encuestas desfavorables a un ataque militar continúan mostrando la opinión mayoritaria de la población de diferentes países contra el uso de la fuerza, y las peticiones diplomáticas de una salida negociada han ido haciéndose públicas, esta idea presenta una opción nueva de cara a la votación en el Congreso de Estados Unidos.
En los Estados Unidos, un día antes de que el presidente, Barack Obama, dé un discurso en horario de máxima audiencia para presentar su caso en contra de Siria, la última encuesta nacional realizada sobre el índice de aprobación del mandatario en política exterior indica que éste ha llegado a su punto más bajo de todos los tiempos.
Según la CNN, tres de cada diez personas aprueban la forma en que está manejando el tema de Siria.
También implican un cambio en la tendencia bélica las declaraciones efectuadas, ayer, por Barak Obama en el sentido de que está dispuesto a "considerar seriamente" la propuesta rusa.
Para la BBC, "Rusia ha sido el principal aliado de Siria desde que comenzó el conflicto hace más de dos años y se ha encargado de bloquear cualquier intento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que el gobierno de Bashar al Asad responda a las acusaciones que se le hacen desde Occidente. También ha rechazado las evidencias que vinculan a las fuerzas de Asad con un ataque químico en Damasco, a finales de agosto. Por esas razones, las opiniones en Estados Unidos tienden a culpar a Rusia, al menos parcialmente, por las dificultades que ha tenido la comunidad internacional para participar más activamente en la solución del conflicto sirio. Pero, como recuerda el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow, también es cierto que Rusia tiene una llave con la que Estados Unidos no cuenta: el gobierno ruso, como pocos otros, tiene acceso directo a Damasco. Y Damasco escucha".
Aunque la propuesta del gobierno ruso puede significar un cambio en la tendencia bélica de las últimas declaraciones de Obama, han sido recogidas con cierto escepticismo por representantes del gobierno americano, "Tendremos que evaluar atentamente el comunicado ruso (...) para comprender exactamente qué están proponiendo aquí los rusos", indicó la portavoz del Departamento de Estado Marie Harf. "Claramente, tenemos cierto escepticismo", agregó, según recoge la agencia Reuters.
La actual embajadora de los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Susan Rice, también se manifiesta favorable a una actuación que sirva de ejemplo para otros países, "No podemos permitir que los terroristas se empeñen en la destrucción, o una Corea del Norte nuclear, o un Irán con aspiraciones nucleares, crean por un minuto que nos estamos alejando de nuestra determinación de cumplir nuestras advertencias", afirmó ayer lunes Rice, principal asesora de seguridad del presidente norteamericano Barack Obama, durante un discurso en el 'think tank' New America Foundation.
El Reino Unido y la ONU también se han adherido a la propuesta rusa con lo que, según algunos analistas, se desarticula el principal argumento de una intervención militar.
En ese sentido, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que Siria debe ser alentada a poner su arsenal de armas químicas bajo supervisión internacional, pero subrayó que el mundo necesita asegurarse de que la discusión de esa idea no se convirtiera en una distracción. "Si Siria quiere poner sus armas químicas fuera de uso bajo supervisión internacional claramente ese sería un gran paso adelante", dijo Cameron al Parlamento. "De todos modos, tenemos que ser cuidadosos para asegurarnos de que esto no sea una táctica de distracción para discutir otra cosa en lugar del problema que está sobre la mesa", agregó.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, anunciaba que estudiaba pedir al Consejo de Seguridad que instara a Siria a reunir en un lugar seguro las armas químicas para que puedan ser destruidas de forma segura.
El Papa Francisco durante la jornada de ayuno y oración que reunió a 100.000 personas en la plaza de San Pedro.
Desde El Vaticano, Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, continúa su asedio, a través de sus declaraciones, a las intenciones de intervención de los Estados Unidos. El Papa ya viene mostrando públicamente su oposición a la intervención militar en Siria y sus llamamientos a favor de la paz, y en contra de la guerra, suben cada día unos decibelios su nivel. Si el jueves envió una carta a Vladímir Putin y a los líderes del G20 pidiéndoles que abandonen "cualquier pretensión de una solución militar", el sábado, durante la jornada de ayuno y oración que reunió a más de 100.000 personas en la plaza de San Pedro, ya advirtió de que "la guerra solo trae muerte" y el pasado domingo, durante el rezo del Ángelus, dió un paso más, en su actitud beligerante hacia la intervención, cuando dijo: "Siempre queda la duda de si esta guerra de aquí o de allí es de verdad una guerra o una guerra comercial para vender armas o para incrementar su comercio ilegal".
En declaraciones a seis diferentes canales de la televisión estadounidense, Obama comentó que sigue adelante con su plan de dirigirse hoy martes a la nación y de solicitar al Congreso autorización para una "limitada" intervención militar en Siria. Pero, por primera vez desde el inicio de esta crisis, admitió la posibilidad de una solución negociada. "Si podemos hacerlo sin recurrir al uso de la fuerza, yo lo prefiero", dijo el presidente a la CNN.
La duda en estos momentos, para la mayoría de analistas de la situación en Siria, se centra en saber si la petición rusa de ayer lunes, y los informes que aseguran que Siria la acogió, puede representar un giro inesperado o si es, únicamente, flor de un día.

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