Reino Unido, Nottingham la ciudad más pobre de la Corona

Nottingham, que fue uno de los centros urbanos de Inglaterra más prósperos durante el Medievo y la Revolución Industrial, fue identificada ahora como la ciudad más pobre de Gran Bretaña, según las cifras más recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en sus siglas en inglés).
Conocida principalmente por ser el lugar de nacimiento de la leyenda de Robin Hood, el arquero infalible que asaltaba a los ricos que pasaban por los bosques del norte de esta ciudad para darle el dinero robado a los pobres, y por la controvertida novela del escritor D.H. Lawrence, "El amante de Lady Chatterley", que está ambientada en la ciudad, Nottingham se ha convertido actualmente en el poblado más empobrecido del Reino Unido. 
Según la Oficina Nacional de Estadísticas, esta ciudad del noreste, con poco más de 300.000 habitantes, fronteriza y desindustrializada, es la más depauperada del Reino Unido. Los habitantes de esa ciudad del norte de Inglaterra son los que menos dinero sobrante tienen después de pagar los gastos básicos mensuales, en comparación con el resto del Reino Unido.
El ingreso promedio por familia después de impuestos, incluyendo los beneficios sociales, es de 24.358 dólares, mientras que en Nottingham es de 16.457 dólares.
Y dentro de la ciudad, el barrio de Meadows es el que muestra más a las claras la miseria. Sus aproximadamente 8.000 habitantes, la mayoría de ellos miembros de minorías étnicas y con un alto nivel de jóvenes, viven en muchos casos gracias a las ayudas públicas y a la caridad y pese al plan anunciado por el Ayuntamiento de Nottingham para invertir allí 235 millones de euros, las condiciones empeoran año a año.
Por eso, no resulta sorprendente que este barrio de viviendas del Estado sea un territorio fértil para los usureros. En Meadows, estos prestamistas son los mejores amigos de los inquilinos.
David Gretton, de la entidad social Meadows Advice Group, teme el impacto que puedan tener los recortes a los subsidios sociales que el gobierno hizo el mes pasado como parte de su plan para reducir el déficit fiscal.
"En tres o cuatro meses vamos a ver más alguaciles porque la gente dejó de pagar los impuestos", lamenta Gretton.
Por su parte, Sharon Mills, del Meadows Partenership Trust, una organización financiada por el gobierno que brinda ayuda a los residentes de la zona, afirmó que en muchas zonas de Nottingham "crece cada vez más la usura y la pobreza", y continúa explicando para la BBC porque está zona está dominada por prestamistas y usureros, "Si estás desesperado y los chicos no comen desde hace tres días, si alguien se acerca a tu puerta ofreciéndote un préstamo, lo ves como un Mesías", dice.
Aunque ella los describe como una "jauría de lobos", dispuestos a recurrir a la intimidación para recuperar su dinero, pues "Saben qué día te pagan. Así que vienen a tirar tu puerta abajo, literalmente, en algunos casos".
"Nunca vi una situación tan mala, ni siquiera en los años 80", agregó.
"Vivo en una prisión", explicaba muy gráficamente un vecino del barrio, Michael. En un reportaje publicado por BBC en su página web. Este veinteañero cuenta que lo único que se puede permitir es comer "guisantes y tostadas" y beber té. "Sé que no es saludable, pero es barato", agregaba el mismo, que según explicaba, se dedica a "perder el tiempo" porque no tiene nada mejor que hacer.
Los problemas económicos de la ciudad han llevado a una creciente violencia en la zona, derivada principalmente por la presencia de drogas y alcohol.
Rachel Oldfield, vecina del lugar, afirma que muchos habitantes de la ciudad sobreviven gracias a los subsidios públicos, que no son suficientes para cubrir todos los gastos. "Son las tres y media de la tarde y se puede ver gente todavía en pijama. Eso es depresión", dice Oldfield, madre soltera de 35 años que trabaja a medio tiempo como administrativa.
La mujer cuenta que, como ella, muchos gastan todo su salario en pagar el alquiler y las cuentas.
Rachael cuenta como algunos de sus momentos más negros tienen lugar el día que cobra, por la tristeza que sobreviene rápidamente, "Estoy esperando el momento, planeo celebrarlo cenando con amigos. Pero luego tengo que cancelar los planes porque ya me gasté todo el dinero", dice.
Rachael recibe su sueldo a fin de mes. A principios del mes siguiente ya no le queda nada: su salario se ha ido en pagar el alquiler y las cuentas. Sobrevive hasta la próxima paga con US$ 213 que el gobierno le devuelve de sus impuestos y US$ 204 que recibe en concepto de beneficio social para sus hijos.
Debe US$ 3.800 de luz y gas, que está pagando de a poco.
Aún así, Rachael no se considera pobre. Su hija va a una buena escuela y su hijo juega fútbol.
Otro vecino, Abdul Haq, enfermo de artritis y diabetes, confiesa que su único sueño es "escapar a cualquier sitio". "No he tenido vacaciones en los últimos seis años", le cuenta al periodista Brian Milligan, que después de indagar en todos los rincones de Meadows, ha encontrado la metáfora de lo que podría ser este barrio. Meadows ha llegado a la final de la prestigiosa competición ‘Britain in Bloom’, que prima a los mejores jardines del país. "Si las rosas pueden florecer entre el cemento y la desesperación, entonces Meadows podrá conseguir este reto". 
La situación es tan grave que recientemente se abrió un nuevo banco de comida -que ayuda con las necesidades alimentarias básicas de los más necesitados-, iniciativa que ha llevado a una reducción de los robos de pan y leche en los almacenes de comida.
Nottingham, que como comentaba al principio, es famosa por la historia medieval de Robin Hood, quien según la leyenda le robaba a los ricos para darle a los pobres, ha encontrado en el héroe encapuchado, que vivía en el bosque de Sherwood, una figura que está siendo sabiamente explotada por la alcaldía local y comerciantes de la zona para atraer al turismo, una de las iniciativas que ahora buscan poner fin al ciclo de pobreza en la ciudad.
Pero por ahora no es nada fácil vivir en la tierra de Robin Hood.

Fuente BBC