Translate

sábado, 15 de junio de 2013

Mundo, Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 de junio). Una lucha de todos

AFP. Luis Acosta

A veces el ritmo de la actualidad nos hace dejar para atrás temas importantes, y el de hoy realmente lo es.
El pasado 12 de junio se celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
La Conferencia de Ámsterdam de 1997 sobre la lucha contra las formas más intolerables del trabajo infantil y la Conferencia Internacional de Oslo sobre el Trabajo Infantil de 1997, señalaron la atención a la urgente necesidad de una acción mundial concertada para poner fin al trabajo infantil, al instar a que se amplíe la recopilación de información, estadísticas e investigación empírica que ayudaría a informar esta acción.
En el mundo, un gran número de niños están involucrados en trabajo doméstico remunerado o no remunerado en el hogar de un tercero o empleador. Estos niños son particularmente vulnerables a la explotación. El trabajo que realizan a menudo está oculto a los ojos del público, ya que estos niños puede que se encuentren aislados o trabajen muy lejos del hogar familiar. Las historias de abuso de niños involucrados en trabajo doméstico son muy comunes.
En febrero de este año un informe de la OIT denunciaba que sólo en América Latina y el Caribe había cerca de nueve millones de niños trabajando. Sin detallar cifras concretas por países, si indicaba que la situación peor se daba en Brasil. Le seguían Perú, México y Colombia.
Como las formas más peligrosas de trabajo infantil destacaba la pornografía, la minería, la industria y la explotación sexual.
La CNN exponía otra dramática situación en la India, con niños trabajando en la industria del ladrillo. "Un horno encendido lanza una ola de calor abrasador en el rostro de un grupo de trabajadores que transportan ladrillos bajo el sol en la India meridional.
Trabajan hasta 22 horas al día transportando pesadas pilas de ladrillos en la cabeza. Ninguno espera cobrar por ese trabajo. Ninguno sabe cuánto tiempo tendrán que estar ahí. Algunos tienen incluso tres años de edad.
Manoj Singh fue una de las 149 personas rescatadas este año de una fábrica de ladrillos a las afueras de Hyderabad, India. Como otros millones de niños en la India, nació en la más extrema pobreza. Cuando el corresponsal de CNN Mallika Kapur visitó a la familia de Manoj, que ya está de nuevo en su casa, y a algunos de los otros 34 niños liberados, le mostraron cómo fabricaban los ladrillos de arcilla húmeda
".
Trabajando junto con el gobierno de la India, International Justice Mission ha realizado decenas de misiones de liberación en los últimos seis años, en los cuales han liberado más de 3.200 personas, especialmente niños, pero también familias enteras.
Otra cadena que denunciaba la explotación infantil era la BBC, en su reportaje sobre la explotación sexual de los niños.
"Alrededor de 1,2 millones de niños son víctimas de tráfico cada año. La industria de viajes, usada frecuentemente por los criminales para movilizar y esclavizar a sus víctimas, se ha involucrado activamente en el esfuerzo de hacer algo al respecto", comenta la cadena británica.
Colombia y la minería de la esmeralda es otro sector donde la explotación infantil es dramática.
Un joven de 19 años, Adrián, cuenta que el trabajo de extracción de esmeraldas es algo que se hace desde muy niño en condiciones realmente "infernales", simplemente por la ilusión de tener un futuro mejor.
Un negocio de cifras millonarias, para unos pocos, es sutentado por el trabajo semiesclavo de niños y jóvenes, aunque las compañías mineras lo nieguen dado que el trabajo infantil está prohibido por ley en Colombia.
En San Salvador, capital de El Salvador, la representante del secretario general de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños, Marta Santos Pais decía que el trabajo infantil doméstico también es una "forma de violencia" contra la niñez. En el país hay registrados casos de más de 4.000 niños dedicados a esos menesteres.
El periódico el Sol de México, denunciaba el pasado 12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que en la capital del país existían más de 1,8 millones de niños y niñas, entre 5 y 17 años de edad, que trabajan en actividades de diversa índole, "cuando es la edad en la que deberían dedicarse a estudiar y divertirse". Esa era la denuncia del diputado Jorge Zepeda Cruz, presidente de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Asamblea Legislativa.
El periódico brasileño O Globo se unía a las denuncias contra el trabajo infantil y publicaba el pasado día 2 de junio que  especialistas estimaban que entre 1,56 y 1,97 millones de niños y adolescentes se encontraban trabajando en actividades peligrosas e insalubres en Brasil. Poco más, según datos del IBGE, de la mitad de los 3,7 millones de menores trabajando.

Insalubre e perigoso. Trabalhadores menores em casa de farinha em Pernambuco: exposição a pó, barulho de motores e calor do forno
Foto: Hans von Manteuffel
Menores trabajando en una fábrica de harina en Pernanbuco, expuesto a altas temperaturas. Hans von Manteuffel
De este total unos 90 tienen entre 5 y 9 años, 1,027 mil entre 10 y 14 y, finalmente, 2,557 mil entre 15 y 17 años.
Los procesos productivos de la industria tabacalera, recogida de caña de azúcar, fábricas de harina (pelando mandiocas con cuchillos afilados) o colecta de algodón, además de los servicios domésticos y explotación sexual, son algunos de los sectores que más niños utilizan en sus actividades.
También se han encontrado niños trabajando en cementerios y mataderos.
Según la OIT, en Brasil se calcula que exiten 241 mil niñas, entre 5 y 17 años, trabajando como empleadas en casas de terceros, y de éstas casi un 70% son niñas negras o mulatas. 
La Fundación Petisos, una organización argentina que lucha por los derechos de niños, niñas y adolescentes, expone los riesgos del trabajo doméstico en casas ajenas a la familiar, "Los riesgos (del trabajo doméstico) aumentan cuando el niño vive en el domicilio del empleador. Estos riesgos deben ser evaluados dentro del contexto de la privación de los derechos fundamentales del niño, como por ejemplo, el acceso a la educación y a la atención médica, el derecho a descansar, a tener tiempo libre, a jugar y a realizar otras actividades recreativas, así como el derecho a recibir cuidados y a tener contacto regular con sus padres y amigos".

AFP
Cada otoño cientos de miles de estudiantes en Uzbekistán son sacados de sus clases y llevados al campo a recoger algodón por poco dinero o nada a cambio. En caso de que las familias se opongan, deben pagar una multa equivalente a dos salarios semanales. Grupos de derechos humanos aseguran que los estudiantes también corren el peligro de perder su sitio en el colegio.
"Uzbekistán tiene uno de los registros de violaciones de derechos humanos más atroces del mundo", dice Steve Swerdlow, del Centro de investigación de Asia para Human Rights Watch. "Su presidente, Islam Karimov, lleva 23 años en el poder y elimina cualquier oposición que se le haga".
En ese país, la activista Elena Urlaeva, fue detenida después de documentar menores de 11 a 18 años de edad que se utilizan en la cosecha del algodón.
El algodón de tu camiseta pudo haberlo recolectado un niño esclavo
Niño recogiendo algodón en Uzbekistán
La esclavitud existe todavía hoy en día por dos razones: la codicia y la desesperación. La codicia por parte de los propietarios de tierras, empresarios, familias y reclutadores ilegales. Y la desesperación de las decenas de millones de personas que están dispuestos a asumir un riesgo para mejorar sus vidas.
Este es un problema del que la sociedad no tiene suficiente conocimiento ni conciencia, así una marcha contra la explotación infantil sólo reunió 2.000 personas en la ciudad de Manaus (Brasil) en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
Difundamos este problema que menosprecia los derechos de los niños y adolescentes. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.