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| Karina del Pozo |
Según informaba ayer la página web de la BBC, en sus noticias referentes a América Latina, "La sociedad ecuatoriana ha sido sacudida por la muerte de una joven quiteña de 20 años. Se trata de un caso de feminicidio en el que los presuntos autores del crimen son conocidos de la víctima".
La noticia sobre la muerte de Karina del Pozo -ese es el nombre de la joven asesinada- transcendió el pasado día 28 de febrero a través de las redes sociales ecuatorianas. Ella había desaparecido nueve días antes y nadie sabía nada respecto a su paradero.
El día 27 de febrero diferentes redes sociales empezaron a hacerse eco de la desaparición de la joven. El Ministro del Interior, José Serrano, rebeló esa noche, a través de su cuenta en Twitter que Karina no había sido secuestrada, sino que habían hallado el cuerpo sin vida de la joven.
Su cuerpo sin vida fue encontrado con señales de golpes en la cabeza y estrangulamiento tras la búsqueda de varios días emprendida por sus familiares.
Su familia, esa misma noche, se desplazó hasta el Departamento Médico Legal, donde posteriormente retiró el cadáver.
A partir de que se tomó conocimiento de su muerte, las sospechas recayeron sobre cinco conocidos que habían estado con ella la noche del 19 de febrero, el día que desapareció.
El día 28, mientras se realizaba el velorio de la joven natural de Quito, se emitían las primeras órdenes de prisión preventiva contra cinco conocidos de la víctima. A los cinco, supuestos, implicados se les tomaron muestras de ADN, de sangre y de cabello que servirán para comparar con los restos encontrados en el cuerpo de la modelo y en la camioneta en la que fue trasladada.
La autopsia realizada confirmaba que Karina había sido violada y golpeada, antes de su asesinato, el mismo día de su desaparición, según información recogida del blog Noticias de Ecuador.
Según los indicios en las declaraciones del proceso legal, tres de los detenidos habrían tenido implicación más directa en su muerte, mientras otros dos, al parecer, se mantuvieron observando todos los acontecimientos.
La familia, primos y hermanos, pues su padres ya fallecieron, de Karina han organizado varias marchas en Quito desde la fecha del asesinato, el 20 de febrero.
Sus familiares la recuerdan como una joven muy estudiosa, comunicativa y que nunca desaparecía. Precisamente por ese motivo cuando no llegó a su casa la noche del 19 de febrero se encendieron las luces de alarma, pues según uno de sus primos "Karina siempre comunicaba donde se encontraba y la hora de llegada", indicó su primo José Luis para el diario El Comercio.
Este suceso es visto como ejemplo de la problemática de la violencia de género en el país y ha tenido especial repercusión, entre otras razones, por su difusión en las redes sociales.
El próximo 30 de marzo se realizará una nueva marcha en Quito, para solicitar justicia por la violación y asesinato de esta chica.
Han sido varios los casos de feminicidio en lo que llevamos de año en Ecuador. Según el periódico de la ciudad ecuatoriana de Cuenca, El Tiempo, Johanna Verdugo Sanango, de 19 años, fue asesinada el 22 de febrero, mientras Karina estaba desaparecida. Carmen Marianela Paredes Cabrera, de 22 años, encontrada con 50 puñaladas, Verónica Quituisaca Bonete, una madre soltera de 19 años que recibió un disparo en la cabeza, días después de recibir varias amenazas por cuestiones sentimentales y Daniela Galarza Montaño de 24 años de edad y madre de dos hijos, asesinada de tres disparos, son otros casos sucedidos durante lo que llevamos de año.
Entonces, ¿qué tiene de diferente el caso de Karina respecto a los otros?, ¿por qué este ha tenido la repercusión mediática que no han tenido otros?. Simplemente la difusión que se ha hecho de su caso a través de las redes sociales y medios de comunicación. Las primeras han jugado un papel crucial para llamar la atención en Ecuador de la problemática del feminicidio. Problema existente en casi todos los países del planeta, aunque pocos den la vuelta al mundo como éste o el de India el pasado año.
Aunque Ecuador no posee estadísticas oficiales de carácter nacional sobre la incidencia del feminicidio, se han hecho algunos estudios específicos sobre el tema.
En 2010, la Comisión de Transición hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad de Género analizó 170 homicidios registrados en cuatro ciudades del país: Quito, Guayaquil, Portoviejo y Esmeraldas.
De éstos, el 77% correspondía a feminicidios, según un reciente estudio sobre feminicidio difundido por el Centro de Atención y Ayuda para la Mujer, Fundación Cepam Guayaquil.
Lita Martínez, integrante del CEPAM-Guayaquil, dijo a BBC Mundo que la respuesta del Estado ecuatoriano a través de la policía, los fiscales y jueces no es la más adecuada frente a la problemática del feminicidio. La misma declaró, "El mismo abordaje que hace la policía, los administradores de justicia, está cargado de prejuicios, tabúes, conocimientos y desconocimientos".
En un país donde el 60% de las mujeres afirman haber tenido algún tipo de abuso o maltrato, psíquico o físico, el próximo 24 de mayo, se daría un importante paso adelante en la lucha contra la violencia de género, si, finalmente, se incluye el femicidio, como se ha elegido denominar este delito, en el Código Orgánico Integral Penal de Ecuador.
Para la activista Lita Martínez "tipificar al femicidio permite que pueda ser evidenciado y sancionado. No es otra cosa más que evidenciar las muertes que son palpables, pero no porque la muerte de la mujer tenga mayor prevalencia que la muerte de un hombre", y agregó "lo que marca el feminicidio es la saña, el odio y la premeditación, pero sobre todo que, normalmente, viene de un proceso de violencia anterior".
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