Translate

miércoles, 27 de febrero de 2013

Pederastia y corrupción, las sombras que envuelven el próximo cónclave

Estamos a poco menos de 24 horas para que se haga efectiva la renuncia de Benedicto XVI al pontificado. A las 20 horas (hora local) de mañana, al término de su jornada laboral habitual, y desde Castel Gandolfo, pequeña localidad italiana situada a 18 kilómetros de Roma, a donde se habrá trasladado en helicóptero desde el Vaticano, el Papa pondrá fin a cerca de ocho años de gobierno de la Iglesia Católica.
Hoy a las 11:04 inició su última audiencia ante unas 150 mil personas que abarrotaban la plaza de San Pedro. A las 12:00 terminaba su discurso y a las 12:01 subía al Papamóvil y desde el mismo, en un acto único en la historia de la iglesia, pues es el primer Papa, en siglos, que se despide en vida de los fieles, recorrió los metros que le separaban de la entrada del Vaticano, donde entra a las 12:08.
En un momento de su discurso ha dicho "he vivido momentos complicados, en los que las aguas estaban agitadas, el viento era contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía estar durmiendo", en clara alusión a los numerosos escándalos y conflictos que se han vivido durante su pontificado en el seno de la Iglesia.
El 11 de marzo podría comenzar el cónclave para elegir la nueva cabeza de la iglesia católica. El mismo estará marcado por las renuncias, las protestas, las denuncias de pederastia a diversos miembros de la misma y por las incógnitas que deja la renuncia papal.
Según el rotativo italiano La Repubblica, Benedicto XVI tomó la decisión de renunciar después de haber recibido un informe ultrasecreto sobre escándalos de corrupción, sexo y tráfico de influencias dentro de la Santa Sede. Este periódico afirma que el Papa encargó dicho informe a tres cardenales, Julian Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi, tras la filtración de documentos papales confidenciales conocido como VatiLeaks.
Para el teólogo brasileño Leonardo Boff, uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación, según declara en su columna semanal en la web Servicios Koinonia, "el gravísimo contenido de estos informes reforzó, en mi opinión, la voluntad de renunciar del Papa. En ellos se comprobaba un ambiente de promiscuidad, de luchas de poder entre "monsignori", una red de homosexualidad gay en el Vaticano y desvío de fondos del Banco Vaticano. Como si no bastasen los crímenes de pedofilia en tantas diócesis, que han desmoralizado profundamente a la Iglesia-institución".
Este mismo teólogo respondía ayer, en un entrevista para el diario mexicano Reforma, a una pregunta respecto a cual sería su análisis de la renuncia del Papa, "Fue un gesto de desesperación personal conjugado con sus limitaciones físicas y psicológicas. Hoy sabemos, más o menos, el trasfondo de su decisión. Hubo escándalos que lo implicaron cuando era cardenal: como no permitir a los obispos, bajo sigilo pontificio, entregar a los padres pedófilos a los tribunales civiles. Después se hicieron públicos los documentos del Vatileaks, denunciando una lucha interna en la curia romana, y, por fin, los escándalos del Banco del Vaticano, que sirvió para lavado de grandes fortunas italianas, incluso de la mafia. Al final, el Papa recibió un balance, altamente negativo, de la situación de la curia, en la cual se había instalado prácticamente un gobierno paralelo de la Iglesia".
Boff, que fue fraile franciscano, llegó a ser castigado con el silencio por la Congregación de la Doctrina de la Fe cuando era dirigida por el entonces obispo Joseph Ratzinger.
Esta conflictiva situación tiene que enfrentar el Papa elegido en el próximo cónclave, que tiene en el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera, el cardenal, jubilado de la arquidiócesis de Los Ángeles, Roger Mahony,  el cardenal de la diócesis de Saint Andrews y Edimburgo, Keith O’Brien un denominador común: su presunta relación con casos de pederastia.
Desde diversas organizaciones católicas y laicas se ha solicitado que ninguno de los tres asista al próximo cónclave para la elección del futuro Papa. En el caso del cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera por su relación con casos de pederastia en México y Estados Unidos.
En el caso del ya apartado de sus funciones eclesiásticas Mahony, de quien el The Washington Post aseguraba que "tiene suerte de no estar en prisión" en su editorial "Los pecados del cardenal Mahony", por el mal manejo de una crisis de abuso sexual infantil en los años 80. Roger Mahony era arzobispo de Los Ángeles cuando el obispo de Tehuacán, Norberto Rivera Carrera, le transfirió a un cura que había cometido una serie de abusos sexuales contra niños de una parroquia de la Sierra Negra, en Puebla, un pederasta llamado Nicolás Aguilar Rivera, quien abusó en México y EEUU de más de 120 niños. Por ese motivo, en el año 2007, la diócesis de Los Ángeles, con Mahony al frente, tuvo que pagar 660 millones de dólares a las 508 víctimas de 120 curas pederastas.
El norirlandés Keith O’Brien fue acusado recientemente por tres sacerdotes y un exsacerdote de haberles acosado sexualmente durante los años ochenta del siglo pasado, según informaba el pasado domingo el dominical británico The Observer.
Famiglia Cristiana, una revista italiana de católicos, en el número publicado el pasado día 18, cuestionaba la presencia del cardenal Mahony en el futuro cónclave, organizando una encuesta a través de su página web sobre la conveniencia o no de su asistencia al mismo y los lectores han votado que no sería ni conveniente ni aceptable. A partir de esta publicación, otros medios italianos como el Corriere DellaSera y el diario Il Secolo XIX han mencionado a Rivera Carrera y a otros cardenales acusados de encubrir casos de pederastia, entre los que están el irlandés Sean Brady, el belga Godfried Daneels, el argentino Leonardo Sandri y el polaco Stanisław Dziwisz.
En una entrevista al periódico El País, Alberto Athié, ex sacerdote de la Arquidiócesis de México, ha declarado "Hay que evidenciar a cada uno de los cardenales que ha estado implicado en pederastia, ya sea porque son pederastas o porque son encubridores de pederastas. Todos los cardenales que participaron en esta tragedia que dañó a tantos niños no deben ir al cónclave, no deben votar, no deben ser votados y deben de quedar excluidos de toda toma de decisión en materia de la elección del nuevo Papa". Asímismo Athié ha propuesto a los católicos mexicanos el envío de cartas al Vaticano para impedir que el cardenal Norberto Rivera Carrera se presente al cónclave.
A pesar de esta presión, según diversos medios, la Arquidiócesis de México ha comunicado que el cardenal mexicano ya se encontraba en Roma aguardando el inicio del cónclave. Por su parte, el cardenal Mahony ha anunciado en su blog que estará en Roma a pesar de esta campaña de acusaciones.
Para el sacerdote español Antonio Pelayo, colaborador de la publicación especializada Vaticaninsider, "Benedicto XVI ha sido el Papa de la tolerancia cero", también Leonardo Boff resalta la lucha de Benedicto XVI contra la corrupción del Banco del Vaticano y los casos enterrados de pedofilia. Sin embargo el mismo considera que la Iglesia Católica es "demasiado occidental, patriarcal, machista y antifeminista", concluyendo que está tremendamente necesitada de "dialogar con el mundo". 
¿Será capaz el nuevo Papa de encarar frontalmente los problemas pendientes, como el del Instituto de las Obras de Religión (IOR) o los escándalos de pederastia, y además ofrecer al mundo una nueva imagen, un nuevo vigor, de la Iglesia Católica?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.