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jueves, 15 de noviembre de 2012

El conflicto sirio: ¿Una historia sin fin?

Al contrario de la primavera árabe (movimiento revolucionario desarrollado entre 2010 y 2012), que fué seguida intensivamente por todos los medios internacionales en primer plano, con una información casi en directo -aunque en su inicio mantuvieran un discreto silencio sobre el mismo los gobiernos europeos-, y que propició acciones occidentales posteriores apoyando los movimientos populares, con mayor o menor vehemencia que surgieron en esos países, el conflicto sirio parece, pese a ser más sangriento y cruel que los anteriores, permanecer en un segundo plano en cuanto al interés de muchos países por actuar y resolver la masacre interna que se está produciendo.
Amnistía Internacional tomó la iniciativa de recoger firmas solicitando el fin del bloqueo, por parte de Rusia, de los esfuerzos realizados para poner fin a este conflicto que se toma cientos de vidas cada día. La continua violación de los derechos humanos en este país parece que está pasando desapercibida para la mayoría de los países occidentales, que se limitan a ejecutar pequeñas acciones publicitarias (reconocimiento de los miembros de la coalición siria opositora del actual gobierno como representantes legítimos del país), protestas por los bombardeos cercanos a la frontera turca o pequeñas represalias, en el caso de Israel tras algunos ataques en los Altos del Golán.
Pero actuaciones determinadas a poner fin al conflicto no están teniendo lugar y la represión y asesinatos sobre todo tipo de opositores al gobierno de Bashar Al-Assad, miembro de la dinastía Al-Assad que mantiene desde 1970 las riendas del poder en el país, desembocan en una espiral de barbarie, tortura y violencia sin fin.
Desde que se inició el conflicto, hace aproximadamente unos 20 meses, contagiándose de los alzamientos populares de los países árabes del norte de África (ejemplos Túnez, Libia, Egipto) solicitando mejores condiciones de vida para la población y una democratización de las políticas nacionales, según diversas fuentes son más de 30.000 las personas que han perdido la vida en enfretamientos con las tropas leales a Al-Assad o han sido asesinadas por su oposición al régimen. Se calcula que de ese volumen de víctimas más de 25.000 son civiles. Por otro lado se desconoce la cifra de personas desaparecidas que debe llegar a varios miles.
Entre el bloqueo de Rusia en la búsqueda de soluciones efectivas al conflicto y las reticencias del mundo occidental (con la disculpa, o excusa, de la diversidad y falta de unión de los grupos opositores) la población siria sigue viviendo bajo el terror, la miseria, el miedo y el desprecio más absoluto a los derechos humanos.



Imágenes de un barrio bombardeado por las tropas gubernamentales.

1 comentario:

  1. Muy triste lo que está pasando en ese país. Tengo un compañero de equipo que es de allí y cada vez que habla de su familia se le cambia la cara. Viven en un miedo constante, con toque de queda solamente interrumpido entre las 7 de la mañana y las 3 del mediodía. Miedo a las barbaridades tanto de los soldados del regimen como de los rebeldes.
    Parece que no hay petróleo suficiente en esa zona como para que algún país occidental considerere conveniente (y provechoso) intervenir.

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